Mi hija, ingresó al café de especialidad, que visita a menudo. Se trata de un espacio pequeño, como lo son los de la misma marca. Al momentoo, ingresó una pareja, ordenaron café y dos croissants. Estaban consumiéndolo cuando la camarera les dijo, que no podían consumirlos allí mismo porque la licencia otorgada al café lo impedía. La señora comentó que no veía letreros que lo advirtieran, a lo que la dependiente añadió: " se nota que no son de acá, yo hago lo que me ordenan", le respondieron ," así es". Abatidos y cabizbajos los vio abandonar el café. El mismo día, sintiéndose culpable por no haber intervenido a favor de la pareja, me lo comentó y pidió lo publicara.
Cuando somos testigos de algo injusto, es preciso manifestarlo, y ser solidario con la persona ultrajada. Lo correcto habría sido, que les permitiera consumir y antes de la salida del lugar les dijera, que para la próxima vez , debía informarles que el lugar carecía de permiso de consumo diferente al café.
DIANA NEIRA
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