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El baño y la ducha

Lllegué un 28 de diciembre a Atlanta a la casa de la familia de mi pareja Miguel Gatins, un francés primo de Luis Martín de Germán- Ribón, pareja de mi amiga Dora Lucía. Venía de Nueva York, saludé y me excusé para arreglarme, quería estar arreglada para la cena.

Era un día en pleno invierno. Llevaba una vestimenta con falda de lana en color camel, jersey de cuello alto a juego, y botas altas de gamuza café. Tengo memoria fotográfica y las ocasiones importantes las tengo en mi memoria con la vestimenta.

Antes de cambiarme, me sumergí en la tina. Permanecí poco tiempo, eso sí me cuidé de volver a dejar todo como lo había encontrado. Me vestí y cuando me disponía a salir de la habitación entró la madre de Miguel. Pasó frente a mí, caminó hasta el baño, examinó la ducha y se giró para decirme : ¡bienvenida a esta casa!

Yo había chequeado la tina para que no tuviera restos de mi pelo largo, me sequé los pies dentro de la tina para evitar humedecer el tapete de toalla de los pies, y coloqué la toalla extendida en el toallero. Guardé la ropa que me quité en el armario.

Agradecí la educación de mi padres, lo sentí como un pasaporte. La estadía transcurrió en armonía, fui tratada



como a un miembro más de la familia.


DIANA NEIRA

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1 Comment


Juan Neira
Juan Neira
Jul 15

El respeto! Donde llegues cuida y haz lo que debes!! Cuando has sido invitado a un lugar, por respeto y educacion debes cuidar que nada indique que pasaste por ahi! En lo posible!

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