Estaba en el Club de la playa , me disponía a practicar una actividad deportiva, abrí mi taquilla y empecé a sacar lo que necesitaba. Se habían caído varias prendas que comencé a ordenar sobre el estante que cubre el mueble, y es utilizado con este fin.
Compartía el pasillo angosto con un un señor mayor a mis espaldas, llevaba un traje de baño sin camisa, percibí que al lado mío, había colocado dos prendas suyas. Sonó mi móvil, lo respondí mientras movía mis cosas y las organizaba, me giré para mirarlo y decirle : " lo siento". Respondió con agresividad :" tiene ocupado mucho espacio", le expliqué la taquilla era pequeña y la tenía organizada en un colgante inestable que al abrir la puerta, dejaba caer lo que contenía. Por esta razón había depositado lo que veía, mientras escogía lo que necesitaba. Le aclaré diciendo " serán sólo unos minutos ". Pensé pobre hombre, debe ser infeliz: vi una piel muy bronceada y marcada, un cuerpo que llevaba un bañador gastado. Me miró despectivamente, se fue refunfuñando, a los dos pasos se devolvió para decirme " tóxica" , subió la voz, " ¿ me escuchó? usted me parece tóxica" .
Jamás lo había visto, su actuar es consecuencia de sus demonios interiores.
DIANA NEIRA
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