El origen se atribuye a Leonardo Da Vinci quién en 1491 decidió utilizar un trozo de lienzo cansado de soportar el olor que transmitían los cueros ide pieles de oveja y otros animales, que se ataban a las sillas y eran compartidos por varios comensales. Así mismo, se decartaba el uso del mantel para limpiarse la boca. Deduzco que estaba familiarizado con el material y lo tenía disponible.
En el siglo XVII se popularizó en Italia y extendió por Europa. Al poco tiempo se ideó el pañuelo, para evitar que se usara la servilleta para limpiarse la cara o sonarse.
Las medidas de la clásica formal, de forma cuadrada, son cincuenta por cincuenta centímetros. Se aprecian los materiales que absorben cómo el algodón o el lino, y son considerados de menor calidad, los de fibras sintéticas ya que dificultan la absorción y el secado de labios.
Se utilizan también como elementos decorativos. Pueden doblarse o enrollarse con sencillez, evitando su manipulación ya que se trata de un accesorio que toca la boca. La ubicación recomendada es a la izquierda del plato con la abertura hacia los dedos de manera permita desplegarse con una sola mano. Sí la mesa tiene poco espacio, puede colocarse encima del plato principal. Para el uso familiar se inventó el servilletero y se demarcaba con algún distintivo de manera que el mismo comensal la pudiera usar más de una vez.. De ninguna manera dentro de una material apreciado y con el fin de protegerlo,, se coloca una de papel.
Una vez nos sentamos, se toma con la. mano izquierda y se despliega para ubicarla encima de las piernas. Aconsejo hacer un doblez el borde cercano a la cintura y cada vez que se usa emplear esta parte con el fin de ocultar marcas. Así permanece hasta cuando nos levantemos de la mesa. En el caso de hacerlo para regresar, se ubica en el lado izquierdo plegada, y a la derecha solamente, cuando se va abandonar el asiento, doblada de manera que disimule las manchas o rastros de uso. Nunca se ata al rededor del cuello, fija en el cinturón, ni tampoco se descansa en el espaldar o el fondo de la silla.
El uso de las de papel, es además de cómodo, económico e higiénico. Se considera informal. Un comensal aprecia el carácter de una buena servilleta, lo que se considera un lujo. Por esta razón se encuentran diferentes tipos de servilleta, en colores y materiales diversos con medidas y diseños que contribuyen a complementar el gusto de la comida y la bebida.
DIANA NEIRA
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