Sabemos que, para vivir en armonía, bien vale la pena tener en cuenta unas reglas mínimas, lo cual definitivamente ayuda para la adaptación a nuevas estructuras sociales que en cualquier momento se nos pueden presentar.
Se trata de evitar hacer al otro(s) lo que se sabe que puede molestar, o ser motivo de conflicto.
Un lugar sensible en especial, es la mesa, ya que obligatoriamente es el centro de reunión en el cual todos estamos haciendo lo mismo, al mismo tiempo y en el mismo lugar.
Mis sugerencias después de 60 días de pausa se resumen así:
Mantenga respeto y consideración -Guarde mesura -Recuerde que comer es alimentarse y no tanquearse -Sea puntual cuando lo llamen a la mesa.
Antes de criticar valore lo que recibe y agradézcalo -Si hay alguien que preside, espere que le indiquen su puesto y ocúpelo cuando la persona lo haga.
Al sentarse, tome la servilleta, despliéguela y colóquela sobre sus muslos y manténgala hasta que se retire de la mesa.
No empiece hasta q no le hayan servido todo y a todos.
Al comer no apoye el antebrazo ni los codos en la mesa, déjelos pegados a los costados del cuerpo.
Recuerde que la comida llega a la boca, y no al contrario.
Coma despacio y bajo ninguna circunstancia: hable con la boca llena.
Evite limpiar el plato con el pan o sus dedos como si no hubiera comido.
En el caso de que haya bandejas con comida en la mesa, sírvase lo q desee, antes de pinchar con su cubierto lo que desea.
Recuerde que además de la comida, se comparte la conversación y el tiempo, de manera que tenga paciencia y espere a q todos terminen, antes de levantarse.
Sí desea hacer comentarios, ojalá sean agradables y recuerde agradecer antes de levantarse de la mesa.
Diana Neira
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